Exploraremos las causas profundas que han influido en tu relación con la comida y tu cuerpo. Este entendimiento será la base para sanar de manera sostenible.
Aprenderás herramientas para manejar los desencadenantes emocionales que afectan tu conducta alimentaria, fortaleciendo tu capacidad para responder de manera más saludable.
Trabajaremos juntos en transformar patrones restrictivos o compulsivos en hábitos que nutran tanto tu cuerpo como tu mente.
Te ayudaré a aceptar y valorar tu cuerpo, reconociendo su fortaleza y aprendiendo a tratarlo con respeto y cuidado.
Encontrarás un espacio sin juicios donde trabajarás en soltar la culpa asociada con la comida y reemplazarla por una relación más compasiva contigo mismo/a.
Construiremos herramientas para mejorar las relaciones con quienes te rodean, promoviendo una red de apoyo que fomente tu recuperación.
Exploraremos tus experiencias y necesidades específicas para diseñar un plan de terapia personalizado.
Analizaremos los pensamientos y comportamientos que refuerzan los trastornos alimenticios para comenzar a transformarlos.
Aprenderás cómo manejar la ansiedad, el estrés y las emociones intensas que afectan tu relación con la comida.
Trabajaremos en cultivar una relación positiva y equilibrada con tu imagen corporal y con los alimentos.
Trabajaremos para fortalecer los avances logrados, asegurando que puedas mantener un bienestar estable y duradero.
Mi objetivo es proporcionar un espacio seguro y de apoyo donde mis clientes puedan explorar sus emociones, resolver conflictos y alcanzar un mayor bienestar emocional. Con más de 10 años de experiencia en el campo de la psicología clínica, he trabajado con una variedad de problemas emocionales y trastornos mentales, incluyendo ansiedad, depresión, estrés postraumático, trastornos de la alimentación y problemas de relación.
Los trastornos alimenticios son condiciones complejas que afectan tanto la mente como el cuerpo. Se caracterizan por una relación disfuncional con la comida, el peso y la imagen corporal.
Es importante estar atento/a a señales que indican una relación poco saludable con la comida:
Si estas conductas afectan tu bienestar diario, la terapia puede ayudarte a comprender qué está ocurriendo y encontrar soluciones saludables.
Cada persona tiene un proceso único. Algunos pueden notar mejoras en unos meses, mientras que otros requieren un acompañamiento más prolongado.
Lo importante es avanzar a tu propio ritmo, celebrando cada logro.
Las recaídas son comunes y forman parte del proceso de sanación. No representan un fracaso, sino una oportunidad para aprender más sobre tí mismo/a y fortalecer las herramientas que ya has desarrollado. Es importante recordar que este camino no es lineal, y cada paso, incluso los retrocesos, puede ser una experiencia valiosa.
A veces, las recaídas pueden sentirse desalentadoras, pero quiero que sepas que no te hacen menos valioso/a ni significan que no estás avanzando. Te acompañaré a comprender que está bien tomarte el tiempo que necesites y que tu esfuerzo por sanar siempre será significativo.
La recuperación es un proceso, y las recaídas no definen tu valía ni tus capacidades. Siempre hay un camino de regreso hacia tu bienestar, y estoy aquí para caminarlo contigo.
Sí, una parte esencial de la terapia es fortalecer tu autoestima. Esto implica:
La autoestima saludable es clave para mantener una relación positiva con la comida y tu cuerpo.
Definitivamente. La comida no es tu enemiga, y en terapia trabajaremos para que la veas como una fuente de energía y disfrute.
Poco a poco, construirás una relación equilibrada y libre de juicios.
El apoyo de tus seres queridos puede marcar una gran diferencia en tu proceso de recuperación. Muchas veces, quienes te rodean quieren ayudarte, pero no siempre saben cómo hacerlo de manera efectiva y sin causar daño involuntario. En terapia, también exploraremos formas de incluirlos activamente:
Con una red de apoyo sólida y bien informada, te sentirás respaldado/a y acompañado/a en cada paso del camino, sabiendo que no estás solo/a en este proceso.